Recuperan el bajo robado a Paul McCartney más de medio siglo después

El icónico instrumento está valorado en unos $126 millones de dólares

 Paul McCartney ya no llora por su bajo original.

Una búsqueda de cinco años por parte del fabricante del instrumento, que contó con la ayuda de un matrimonio de periodistas, ayudó a reunir a Paul McCartney con el distintivo Höfner eléctrico de 1961 con forma de violín que desapareció hace medio siglo y cuyo valor se estima en unos $126 millones de dólares (10 millones de libras esterlinas).

McCartney le había pedido a Höfner que lo ayudara a encontrar el instrumento desaparecido que ayudó a lanzar la Beatlemanía por todo el mundo, dijo el viernes Scott Jones, un periodista que se asoció con Nick Wass, ejecutivo de Höfner, para rastrear al instrumento.

“Paul me dijo: ‘Oye, eres de Höfner, ¿no podrías ayudarme a encontrar mi bajo?’”, explicó Wass. “Y eso es lo que desencadenó esta gran cacería. Sentado allí, viendo lo que significa el bajo perdido para Paul, estaba decidido a resolver el misterio”.

El músico británico compró el bajo por unas 30 libras esterlinas ($37 dólares) en 1961, cuando los Beatles desarrollaban sus habilidades durante una serie de residencias en Hamburgo, Alemania. El instrumento se tocó en los dos primeros discos de los Beatles y se puede escuchar en éxitos como “Love Me Do”, “Twist and Shout” y “She Loves You”.

“Como yo soy zurdo, se veía menos bobo porque era simétrico”, explicó McCartney alguna vez. “Y una vez que lo compré, me enamoré de él”.

Se rumoraba que había sido robado en la época en que los Beatles estaban grabando Let it Be, su último álbum, en 1969. Pero nadie tenía certeza de cuándo desapareció.

Lo que comenzó como un largo y sinuoso camino para que Wass rastreara el bajo se aceleró cuando Jones se unió por casualidad a la caza después de ver a McCartney encabezar el Festival de Glastonbury en 2022. Las luces del escenario en un momento dado parecían iluminar como rayos de sol en su bajo y Jones se preguntó si era el mismo instrumento que McCartney había tocado a principios de los años 60.

Cuando más tarde buscó en Internet, se sorprendió al descubrir que ese bajo que vio no era el original.

“Me quedé pasmado, asombrado”, dijo Jones. “Creo que vivimos en un mundo en el que los Beatles podrían hacer casi cualquier cosa y llamaría mucho la atención”.

Jones y su esposa, Naomi, ambos periodistas e investigadores, se pusieron en contacto con Wass para difundir el mensaje más ampliamente.

Después de entrar en un callejón sin salida siguiendo una pista sobre un trabajador de la gira de The Who, relanzaron The Lost Bass Project en septiembre y en 48 horas se vieron inundados con 600 correos electrónicos que contenían las “pequeñas gemas que nos llevaron a donde estamos hoy”, dijo Jones.

Fuente: The Associated Press